En Londres, Inglaterra, activistas climáticos pertenecientes a la agrupación Rebelión contra la Extinción realizaron una protesta pacífica de simulacro de muerte en las afueras de las oficinas corporativas de Siemens, haciendo un llamamiento a la compañía alemana por su apoyo a la mina de carbón Adani, en Queensland, Australia, la cual es una importante fuente de emisiones de gases de efecto invernadero.
Mientras tanto, activistas de Rebelión contra la Extinción en Aberdeen, Escocia, formaron una cadena humana para impedir el acceso a las oficinas de Shell Oil Company, con carteles que decían “Digan la verdad” y “Los combustibles fósiles equivalen a la extinción”.