El Gobierno de Trump parece estar dispuesto a seguir adelante con el acuerdo armamentista de 23 mil millones de dólares con los Emiratos Árabes Unidos después de que un intento bipartidista en el Senado por bloquear dicho acuerdo fracasara. Quienes se oponen al acuerdo armamentista afirman que este podría desestabilizar aún más el Medio Oriente y empeorar la crisis humanitaria en Yemen.
El acuerdo incluye la venta de aviones de combate F-35, drones Reaper y otros equipos militares fabricados por Raytheon y otros fabricantes de armas estadounidenses. Philippe Nassif, de Amnistía Internacional, criticó el acuerdo armamentista y señaló: “La votación de hoy podría ser el primer acto de un efecto dominó que termine en una tragedia humana, ya que Estados Unidos está proporcionando un potencial militar que corre el riesgo de ser usado para herir y matar a miles de yemeníes y libios en sus hogares, sus escuelas y sus hospitales”.
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