En Estados Unidos, los trabajadores sanitarios que están en la primera línea de la lucha contra la pandemia continúan recibiendo la primera dosis de la vacuna contra el coronavirus fabricada por la farmacéutica estadounidense Pfizer y la empresa de biotecnología alemana BioNTech, mientras que la vacuna de Moderna parece estar a solo unos días de recibir la autorización para su uso en el país. Las noticias esperanzadoras llegan al tiempo que el coronavirus sigue propagándose por todo Estados Unidos, y las autoridades sanitarias advierten que la peor parte de la pandemia está por llegar al país. Durante el transcurso de la semana pasada, se registró un promedio de más de 212.000 casos diarios de coronavirus en el país. El martes, se estableció un nuevo récord de hospitalizaciones por décimo día consecutivo, con casi 113.000 personas internadas con COVID-19. También el martes, las muertes por el virus volvieron a superar las 3.000 en Estados Unidos, lo que marca la tercera cifra más alta de muertes diarias desde el inicio de la pandemia.
En la ciudad de Washington D. C., el martes por la noche, la Catedral Nacional de Washington hizo sonar sus campanas 300 veces en conmemoración de las 300.000 víctimas de coronavirus en Estados Unidos, como lo hizo en septiembre cuando el número de muertes superó las 200.000.