Baréin pasó a ser el segundo país del mundo en aprobar el uso de la vacuna contra el coronavirus fabricada por la farmacéutica estadounidense Pfizer y la empresa de biotecnología alemana BioNTech, que ya ha aprobado el Reino Unido, donde se administrarán las primeras dosis a partir del martes. Mientras tanto, este fin de semana, Moscú comenzó a distribuir su vacuna Sputnik V a las clínicas del país y anunció que implementará un programa nacional de vacunación voluntaria esta semana. A su vez, Indonesia ha recibido su primer envío de una vacuna contra el coronavirus fabricada en China por la empresa Sinovac Biotech.
En India, la vacuna desarrollada por la farmacéutica AstraZeneca y la Universidad de Oxford podría estar a la venta en marzo, según un importante fabricante, lo que indica que las vacunas contra la COVID-19 podrán conseguirse en el mercado privado en algunos lugares.
El director general de la Organización Mundial de la Salud, Tedros Adhanom Ghebreyesus, declaró que las vacunas contra el coronavirus deben tratarse como bienes públicos.
Tedros Adhanom Ghebreyesus dijo: “Simplemente no podemos aceptar un mundo en el que los pobres y marginados sean pisoteados por los ricos y poderosos en la estampida por obtener vacunas contra el coronavirus. [La pandemia] es una crisis mundial, y las soluciones deben compartirse con equidad como bienes públicos globales, no como mercancías privadas que aumenten las desigualdades”.
La Organización Mundial de la Salud también advirtió contra la complacencia con respecto a otras medidas de salud pública a medida que comienzan a distribuirse las vacunas, haciendo un especial énfasis en que “las vacunas no equivalen a la ausencia de COVID-19”.
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