El estado de Nueva York sigue siendo el epicentro del brote de coronavirus en Estados Unidos y ahora representa alrededor del 5% de los casos a nivel mundial. El número total de casos confirmados hasta el martes en la mañana era de más de 23.000. La “tasa de incidencia” o el porcentaje de la población infectada con el virus es de casi una de cada 1.000 personas en Nueva York, cinco veces más alto que en otras partes del país.
Más de 180 neoyorquinos han muerto y se espera un aumento acelerado de la tasa de muertes. El lunes, el centro educativo Brooklyn Democracy Academy anunció el fallecimiento de su directora, Dezann Romain, debido a complicaciones relacionadas con COVID-19. Romain tenía tan solo 36 años. Es la primera muerte conocida a causa del coronavirus de un miembro del personal de las escuelas públicas de Nueva York.
El gobernador Andrew Cuomo dijo que Nueva York ahora tiene capacidad para realizar pruebas de COVID-19 a 16.000 personas al día. En su conferencia de prensa diaria, Cuomo ordenó a los hospitales de Nueva York a aumentar su capacidad en un 50%. Se espera que el Centro de Convenciones Javits se convierta en un hospital adicional esta semana para comenzar a manejar el exceso de pacientes con coronavirus. Cuomo nuevamente instó al Gobierno federal a tomar acciones decisivas para enviar fondos de emergencia al estado, así como para producir y distribuir los tan necesitados suministros médicos.
El gobernador Andrew Cuomo dijo: “Que el Gobierno federal ponga en marcha la Ley de Producción de Defensa, la cual no nacionaliza ninguna industria. Lo que sí hace es decirle a una fábrica: ‘Debes producir esta cantidad’. Eso es todo lo que hace”.
En otras partes de Estados Unidos, los gobernadores y funcionarios locales también están pidiendo a gritos suministros esenciales. La gobernadora de Michigan, Gretchen Whitmer, dijo el lunes que un envío reciente de equipos de protección personal de la Reserva Estratégica Nacional de los Centros de Control y Prevención de Enfermedades apenas alcanzaba para cubrir un turno en un hospital. El alcalde de Nueva York, Bill de Blasio, dijo que se enviaron 400 respiradores de dicha reserva a la ciudad para ayudar a tratar el creciente número de pacientes.
El gobernador Cuomo también anunció el lunes que Nueva York será el primer estado en probar un tratamiento contra el coronavirus que consiste en inyectar plasma sanguíneo de pacientes con COVID-19 recuperados a personas que luchan contra la enfermedad.
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