Nueva York sigue siendo el epicentro de la crisis de COVID-19 en Estados Unidos, con casi la mitad de las muertes del país. Durante el fin de semana, más de 1.200 neoyorquinos murieron en un lapso de 48 horas, lo que eleva el número oficial de muertes del estado a más de 4.000. Más de 123.000 casos han sido confirmados. El alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, afirmó que la ciudad tiene suficientes suministros médicos para atender pacientes hasta el martes o el miércoles, al tiempo que reiteró la solicitud de que cualquier trabajador de salud disponible se una a la lucha contra la pandemia.
El alcalde Bill de Blasio expresó: “Por favor, necesitamos su ayuda. Necesitamos suministros. Necesitamos personal médico que se ofrezca como voluntario. Los compensaremos, pero necesitamos que se presenten y nos den su tiempo y energía donde más se necesita”.
En su sesión informativa, el alcalde De Blasio atribuyó el aumento en los casos registrados en Nueva York a la inicial falta de pruebas de diagnóstico, como también a la falta de acción por parte del Gobierno federal.
Mientras Nueva York intenta responder a la explosión de casos de coronavirus, críticos progresistas afirman que el presupuesto estatal acordado la semana pasada por el gobernador Andrew Cuomo y la Legislatura de Nueva York perjudicará a los neoyorquinos que ya están sufriendo en mayor medida por la crisis de la pandemia. El presupuesto de 177.000 millones de dólares reducirá el programa estatal de Medicaid, que ayuda a personas de bajos ingresos a cubrir sus gastos médicos, en 2.500 millones de dólares al año, incluyendo un recorte de 400 millones de dólares en fondos destinados a hospitales. Asimismo, el presupuesto revierte la reforma que eliminaba el pago de fianzas en efectivo para la mayoría de los delitos.
Mientras tanto, un recluso en la cárcel de la isla Rikers en Nueva York falleció por complicaciones tras contraer COVID-19. Cientos de reclusos y trabajadores penitenciarios en establecimientos en toda la ciudad han dado positivo por COVID-19 a medida que aumentan los pedidos para que más detenidos sean liberados a fin de detener la propagación del coronavirus.