A nivel mundial, el coronavirus continúa propagándose exponencialmente con más de 1,5 millones de casos documentados y alrededor de 90.000 muertes, aunque la verdadera tasa de contagio es indudablemente mucho mayor debido a la grave escasez de pruebas de diagnóstico realizadas. En Europa, existen indicios de que las medidas de distanciamiento social están aplanando la curva de nuevos contagios, con España, Italia y Francia registrando menos muertes en las últimas 24 horas. En Nueva York, el gobernador Andrew Cuomo sostuvo el miércoles que la ciudad aún no ha alcanzado su tasa máxima de muertes por COVID-19.
El gobernador Andrew Cuomo afirmó: “Las malas noticias son en realidad terribles, [hemos registrado] la cifra más alta de muertes en un solo día hasta la fecha, 779 personas. Si observamos los números de víctimas fatales, vemos que han estado subiendo constantemente y ayer alcanzaron un nuevo máximo”.
Cuomo reconoció que la verdadera cifra de fallecimientos seguramente sea mayor, porque cientos de personas que murieron de COVID-19 en sus hogares no han sido contabilizadas. Esto ocurre al tiempo que el periódico The New York Times informa que el gobernador Cuomo y el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio, no rastrearon a las personas que tuvieron contacto con los primeros individuos que dieron positivo por coronavirus a principios de marzo, lo que permitió que el virus se propagara sin ser detectado. The New York Times informa que una respuesta fallida por parte del Gobierno federal, conjuntamente con advertencias ignoradas, decisiones retrasadas y luchas internas políticas a nivel estatal y local, aceleraron la propagación del virus en Nueva York.
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