En Yemen, la coalición respaldada por Estados Unidos y liderada por Arabia Saudí, que lucha contra los rebeldes hutíes, ha declarado un alto el fuego unilateral de dos semanas debido a la propagación de la COVID-19 por la península arábiga. Cinco años de guerra han devastado la infraestructura de salud y sanitaria de Yemen, dando lugar a lo que las Naciones Unidas califican como la peor catástrofe humanitaria del mundo. Más de 100.000 personas han muerto y millones corren riesgo de morir de hambruna, así como de contraer COVID-19. Yemen ha registrado más de dos millones de casos de cólera desde 2016. En marzo, el Gobierno de Donald Trump retiró decenas de millones de dólares en asistencia médica y otras ayudas para Yemen.
El alto el fuego en Yemen se produce en medio de informes de que hasta 150 miembros de la familia real saudí han contraído COVID-19, incluido el príncipe Faisal bin Bandar, de 76 años, gobernador de Riad que, según se informó, ha sido ingresado en una unidad de cuidados intensivos.