En Estados Unidos, expertos en desarrollar proyecciones de enfermedades infecciosas de la Universidad de Columbia reportaron el miércoles que si los Gobiernos estatales hubieran comenzado a implementar medidas de distanciamiento social solo una semana antes en marzo, 36.000 personas menos habrían fallecido a causa del coronavirus.
El informe elaborado por Columbia fue publicado al tiempo que el medio ProPublica reveló cómo las diferentes respuestas al crecimiento del brote en las ciudades de San Francisco y Nueva York condujeron a una marcada diferencia en el número de muertes registradas en las dos ciudades. San Francisco comenzó a tomar medidas en enero y fue la primera ciudad importante en Estados Unidos en emitir, a partir del 17 de marzo, una orden de quedarse en casa. La alcaldesa de esa ciudad London Breed compartió el texto de la orden con el alcalde de la ciudad de Nueva York, Bill de Blasio. Sin embargo, el gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, rechazó la idea inicial de De Blasio de imponer medidas de confinamiento en la ciudad y esperó hasta el 22 de marzo para suspender las actividades económicas de la ciudad y del estado. Para entonces, el virus ya se estaba propagando rápidamente por Nueva York, donde la cifra estimada de víctimas fatales asciende hasta el momento a casi 21.000. En San Francisco, solo 36 personas han muerto por coronavirus.
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