El viernes, Estados Unidos registró más de 300.000 nuevos casos de COVID-19 por primera vez desde el inicio de la pandemia, al tiempo que el número total de muertes por coronavirus se acerca a las 375.000 en el país. La cifra de nuevos casos diarios de COVID-19 está aumentando en casi todos los estados del país. A medida que aumenta la frustración por la lenta implementación del programa de vacunación contra el coronavirus, el presidente electo Joe Biden dijo que distribuirá todas las vacunas que estén disponibles en el país cuando asuma la presidencia. No obstante, algunos expertos en salud advierten que esa estrategia podría ser contraproducente si las autoridades sanitarias no logran administrar la segunda dosis de manera oportuna.
En los últimos días, el estado de Nueva York ha reducido los requisitos que deben reunirse para recibir la vacuna contra la COVID-19, luego de que se informara que prestadores de servicios médicos habían tenido que desechar dosis de la vacuna porque no podían encontrar pacientes que cumplieran con las estrictas pautas de vacunación del estado. Docentes, trabajadores de farmacia que interactúen con el público y residentes de 75 años o más podrán ahora vacunarse en ese estado. El Javits Center, en la ciudad de Nueva York, se convertirá en un gran centro de vacunación.
En noticias relacionadas, han surgido datos que indican que un gran número de trabajadores esenciales, que incluyen hasta el 40 % de los trabajadores del condado de Los Ángeles y el 60 % de los trabajadores de residencias de adultos mayores en el estado de Ohio, se rehúsan a recibir la dosis. Los expertos dicen que es necesario implementar más iniciativas para comprender las razones detrás de la negativa a recibir la vacuna y para combatir la incertidumbre de la población.
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