El Líbano está celebrando un día nacional de duelo, un día después de que un tiroteo ocurrido en la ciudad de Beirut dejara siete personas muertas y al menos 32 heridas. El grupo Hizbulá culpó a francotiradores de una facción cristiana de haber disparado contra manifestantes chiitas que protestaban por la investigación que se está llevando a cabo sobre la mortífera explosión ocurrida en agosto de 2020 en el puerto de Beirut. El jueves por la noche, el presidente libanés, Michel Aoun, prometió que los responsables de los ataques serán castigados.
Presidente Michel Aoun: “Las fuerzas armadas cumplieron con su deber y continuarán haciéndolo para mantener la seguridad, la estabilidad y la paz civil. No permitiremos que nadie tome al país como rehén de sus propios intereses”.
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