La Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó este viernes que los proveedores de servicios de abortos de Texas pueden impugnar la prohibición casi total de los abortos promulgada recientemente en ese estado. Sin embargo, la prohibición seguirá en vigor mientras se desarrollen las impugnaciones. El alto tribunal también limitó la posibilidad de presentar demandas de impugnación a solo ciertos funcionarios estatales autorizados. El presidente de la Corte Suprema, John Roberts, dijo que la prohibición de Texas socavó fallos anteriores de la Corte Suprema, incluido el fallo de 1973 en el que la Corte Suprema determinó la legalización del aborto en Estados Unidos. El juez Roberts escribió: “El propósito claro y el efecto real de [la ley] S.B. 8 ha sido anular los fallos de este tribunal. […] Lo que está en juego es el papel de la Corte Suprema en nuestro sistema constitucional”. Marc Hearron, de la organización estadounidense Centro de Derechos Reproductivos, quien argumentó en nombre de los proveedores de servicios de aborto ante la Corte Suprema, habló después del fallo del viernes.
Marc Hearron: “Necesitamos ayuda a nivel federal. Necesitamos que el Congreso apruebe la Ley de Protección de la Salud de la Mujer que detendría estas prohibiciones inconstitucionales”.
Por otra parte, los jueces de la Corte Suprema desestimaron este viernes una impugnación a la ley del aborto en Texas presentada por el Departamento de Justicia de Estados Unidos.