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El proyecto de ley de ayuda económica por la COVID de 1,9 billones de dólares impulsada por el presidente Joe Biden incluye una importante cláusula destinada a abordar décadas de discriminación contra la producción agrícola realizada por personas negras, hispanas, indígenas y asiático-estadounidenses que históricamente han sido excluidas de los programas agrícolas de los distintos gobiernos. El Plan de Rescate Estadounidense destina 10,4 mil millones de dólares a apoyar la producción agrícola y aproximadamente la mitad de ese monto irá específicamente a productores agrícolas de color. Al mismo tiempo, asigna otros fondos federales a agricultores y agricultoras que hayan sido “objeto de prejuicios raciales o étnicos por su identificación como miembros de un grupo”. Durante décadas hubo denuncias de racismo contra el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, pero poco se ha hecho para abordar el problema de la discriminación en los créditos agrícolas. John Boyd, cuarta generación de una familia negra dedicada a la producción agrícola y presidente de la Asociación Nacional de Agricultores Negros, dice que estos nuevos fondos son un punto de partida para abordar problemas contra los que viene luchando hace 30 años. “Esta es una gran victoria para las y los agricultores negros y de color”, dice Boyd.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con John Boyd.