Gobernadores de Estados Unidos han comenzado a flexibilizar las restricciones destinadas a frenar la propagación de la COVID-19, incluso cuando el país registró el lunes otros 58.000 contagios nuevos y otras 1.500 muertes por coronavirus. El número de nuevos casos diarios ha disminuido desde las cifras récord alcanzadas en enero, pero esa disminución se ha estancado en tasas comparables a los picos que se registraron en el país entre junio y septiembre de 2020. La directora de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades, la doctora Rochelle Walensky, advirtió el lunes que todavía podría ser muy prematuro implementar medidas destinadas a reanudar las actividades en espacios públicos.
Dra. Rochelle Walensky: “No podemos resignarnos a 70.000 casos diarios, 2.000 muertes diarias”.
El condado de Los Ángeles ha comenzado a vacunar a todo el personal escolar y planea reanudar las clases presenciales en las escuelas primarias y preescolares para el 9 de abril. Mientras tanto, los menores volvieron a tener clases en persona el lunes por primera vez en casi un año en la ciudad de Chicago.