Una base militar estadounidense ubicada cerca de un importante campo petrolero en el este de Siria fue atacada el lunes un día después de que el Gobierno de Biden lanzara ataques aéreos en Siria e Irak dirigidos contra una milicia proiraní. Estados Unidos respondió disparando artillería contra emplazamientos cercanos para el lanzamiento de misiles. El lunes, el presidente Biden defendió su decisión de ordenar los ataques aéreos.
Presidente Joe Biden: “Dirigí los ataques aéreos de anoche contra sitios utilizados por milicias proiraníes, responsables de los recientes ataques contra el personal estadounidense en Irak. Tengo la autoridad para hacerlo en virtud del artículo II, e incluso aquellos en el Congreso reacios a admitirlo han reconocido que así es”.
Esto se produce al tiempo que aumentan las críticas a los ataques aéreos lanzados por Estados Unidos. El primer ministro iraquí condenó el ataque de Estados Unidos como una “violación flagrante e inaceptable de la soberanía y la seguridad nacional iraquíes”.