Un amplio operativo encubierto de alcance internacional ha conducido a más de 800 arrestos y a la incautación de drogas y decenas de millones de dólares. Los arrestos se produjeron después de que el FBI y la Policía australiana desarrollaran su propia empresa de dispositivos encriptados, ANOM, a la que recurrieron redes del crimen organizado en más de 100 países. Estas fueron las palabras expresadas por el fiscal federal interino del Distrito Sur del estado de California, Randy Grossman.
Randy Grossman: “Los usuarios delincuentes no sabían que, durante más de 18 meses, el FBI capturó más de 27 millones de mensajes entre usuarios de todo el mundo, y revisó, grabó y tradujo las conversaciones delictivas”.