En Estados Unidos, en el estado de Pensilvania, los restos de nueve jóvenes indígenas que murieron en un internado escolar gubernamental hace más de 100 años fueron entregados el miércoles a sus familias. La Escuela Industrial Indígena de Carlisle fue fundada por un oficial del Ejército estadounidense en 1879. Hasta 1918, más de 10.000 menores indígenas estadounidenses asistieron a ese internado, donde fueron separados de sus familias, sometidos a situaciones de negligencia y a un “genocidio cultural”.
La secretaria del Interior de Estados Unidos, Deb Haaland, participó el miércoles en la ceremonia de entrega de los restos con miembros de las tribus sioux Rosebud y Oglala. Haaland, la primera persona indígena en integrar un gabinete presidencial de Estados Unidos, está dirigiendo una investigación sobre el impacto que han tenido estos internados escolares e intentará identificar más lugares de enterramiento de menores indígenas en otros lugares del país.