En Afganistán, el jueves dos atacantes suicidas detonaron bombas cerca de las entradas del aeropuerto de la ciudad de Kabul, donde miles de afganos se habían aglomerado para tratar de huir del país tras la toma de poder por parte de los talibanes. Al menos 110 personas murieron, la mayoría de ellas civiles afganos. Entre las víctimas se encuentran también 13 militares estadounidenses. Los talibanes informan que 28 de sus miembros murieron. Decenas de personas resultaron heridas. El grupo militante ISIS-K, un rival acérrimo de los talibanes, se adjudicó la autoría del ataque. El jueves el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, pronunció un discurso a la nación y prometió vengarse.
Presidente Joe Biden: “Responderemos con fuerza y precisión cuando creamos conveniente, en el lugar que elijamos y en el momento que elijamos”.
Las evacuaciones del aeropuerto de Kabul se detuvieron inmediatamente después del ataque del jueves, pero luego se reanudaron. Estados Unidos afirma que ha ayudado a más de 100.000 personas a salir de Afganistán desde que los talibanes tomaron el control del país el 14 de agosto.
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