Las previsiones sobre la pandemia en Estados Unidos continúan empeorando, al tiempo que aumentan las hospitalizaciones y el país registra un promedio de 1.300 muertes por día. El lunes, el Gobierno de Biden anunció que abrirá una investigación de derechos civiles en cinco estados que han prohibido que los funcionarios locales exijan el uso de mascarilla. La Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación de Estados Unidos argumenta que dichos estados están poniendo en peligro a los estudiantes con discapacidades, que corren un mayor riesgo de contraer COVID-19, al negarles el acceso igualitario a una educación presencial segura.
En el estado de Florida, el gobernador republicano Ron DeSantis ha cumplido su amenaza de castigar a las juntas escolares locales que ordenan el uso de mascarilla en las escuelas. El lunes, el comisionado de educación de Florida dijo que el estado está reteniendo fondos de los condados de Alachua y Broward que equivalen a los salarios mensuales de los funcionarios de las juntas escolares locales. Esto se produce a pesar de un fallo judicial emitido el viernes por un juez de Florida que dictaminó que DeSantis se extralimitó en su autoridad al prohibir el uso obligatorio de mascarilla en las escuelas.
Florida está sufriendo una de las peores olas de COVID-19 del mundo, con un promedio de más de 16.000 hospitalizaciones y 260 muertes por día. La organización Coalición Médica para Desastres de Florida Central envió recientemente 14 morgues portátiles a hospitales de la zona para facilitar el almacenamiento del exceso de cadáveres.