Las Naciones Unidas han instado a los países a permitir la entrada de ayuda humanitaria a Afganistán, donde se estima que 23 millones de personas enfrentan una grave escasez de alimentos. El secretario general António Guterres dijo el miércoles al Consejo de Seguridad de la ONU que más de la mitad de los ciudadanos afganos se enfrentan a condiciones de hambre extrema y que algunas familias se ven obligadas a vender a sus bebés para poder comprar alimentos.
Secretario general António Guterres: “Seis meses después de la toma del poder por parte de los talibanes, Afganistán pende de un hilo. La vida cotidiana de los afganos se ha convertido en un “infierno helado”.
Guterres pidió que se liberen con urgencia 1.200 millones de dólares del fondo administrado por el Banco Mundial denominado Fondo Fiduciario para la Reconstrucción de Afganistán. El secretario general también instó a que los grupos de ayuda humanitaria puedan operar en Afganistán sin temor a infringir las sanciones impuestas a Afganistán después de que los talibanes tomaran el control del país en agosto de 2021.