El viernes, el presidente ruso, Vladimir Putin, pronunció un importante discurso en el que describió la guerra en Ucrania como un conflicto existencial para Rusia. Putin acusó a Estados Unidos y sus aliados de librar una guerra híbrida contra Rusia y de atacar los gasoductos Nord Stream que conectan Rusia con Alemania. Los gasoductos sufrieron daños la semana pasada en lo que se considera un acto de sabotaje.
Presidente Vladimir Putin: “Las sanciones no han sido suficientes para los anglosajones ya que han comenzado a realizar sabotajes. Cuesta creer que sea un hecho que [Estados Unidos y sus aliados] hayan planificado la explosión de los gasoductos internacionales Nord Stream que recorren el fondo del Mar Báltico. [Ellos] empezaron a destruir la infraestructura energética paneuropea. Todos sabemos muy bien quienes se benefician de esto. Por supuesto que quienes se benefician son quienes lo hicieron”.
Estados Unidos ha negado cualquier participación en el ataque al gasoducto, pero el viernes el secretario de Estado Tony Blinken reconoció que el acontecimiento representa una “tremenda oportunidad” para Estados Unidos.
Secretario de Estado Antony Blinken: “En última instancia, esta también es una gran oportunidad. Es una gran oportunidad para eliminar de una vez por todas la dependencia de la energía rusa y, por lo tanto, quitarle a Vladimir Putin la posibilidad de usar la energía como arma para avanzar en sus planes imperiales”.