En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, denominada COP27, que se está celebrando en la ciudad egipcia de Sharm El-Sheikh, la organización Global Witness halló que la cantidad de delegados vinculados a la industria de los combustibles fósiles es un 25% más alta que en la cumbre climática del año pasado. Dichos delegados son más de 600, más que el número combinado de representantes de los diez países más afectados por la crisis climática.
El miércoles, grupos de activistas realizaron varias protestas ante la sede de la COP27. El joven activista Lucky Abeng, de la Alianza Panafricana por la Justicia Climática, exigió que los países ricos paguen a los países en desarrollo por las pérdidas y los daños causados por los desastres climáticos, como las recientes inundaciones en Nigeria que causaron la muerte de más de 600 personas y obligaron a más de un millón de personas a abandonar sus hogares.
Lucky Abeng: “Queremos que los líderes mundiales se tomen esta agenda muy en serio, porque el futuro de nosotros, los jóvenes, está en juego. África emite menos del 4% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, pero somos los más afectados por la crisis del cambio climático”.