La familia del activista y escritor egipcio encarcelado Alaa Abd El-Fattah recibió este lunes una carta suya, lo que sería la primera prueba de vida que reciben desde el 31 de octubre. Tras hacer siete meses de huelga de hambre en protesta por su encarcelamiento, El-Fattah dejó de beber agua el 6 de noviembre, fecha en que inició la cumbre climática COP27. En la carta, con fecha del sábado 12 de noviembre, El-Fattah dijo que ese día comenzó a beber agua nuevamente. También dijo que sus signos vitales estaban “bien” y que estaba recibiendo atención médica.
En respuesta, la hermana de El-Fattah, Sanaa Seif, dijo: “Estamos aliviados de ver pruebas de vida, hoy puedo dormir sin tener pesadillas. Pero queremos que esto termine, nuestra familia merece un descanso, necesitamos reunirnos en paz”. Mientras tanto, al abogado de El-Fattah se le negó por tercera vez entrar a la prisión este lunes a pesar de tener el permiso de la oficina del fiscal.
La difícil situación de El-Fattah ha recibido mayor atención durante la última semana dado que el primer ministro británico Rishi Sunak, el presidente francés, Emmanuel Macron, el canciller alemán, Olaf Scholz, y el presidente estadounidense, Joe Biden, hablaron sobre su caso en las reuniones que mantuvieron con el presidente egipcio Abdel Fattah el-Sisi.