En la COP27 los esfuerzos para financiar las “pérdidas y daños” del cambio climático obtiene el apoyo de varios países, pero EE.UU., el principal contaminador, se niega a comprometerse

En la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático que se está celebrando en la ciudad egipcia de Sharm el-Sheikh, varios países europeos, incluidos Irlanda y Dinamarca, hicieron modestos compromisos para financiar las “pérdidas y daños” que los países más pobres están teniendo que afrontar debido al desastre climático. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, respaldó la medida de incluir pérdidas y daños como parte de los esfuerzos globales para combatir la crisis del cambio climático. El silencio de Estados Unidos al respecto fue notable. Harjeet Singh, de la Red de Acción por el Clima, dijo: “Estados Unidos ha actuado de mala fe durante décadas en relación a las pérdidas y daños, pero los retrasos y el engaño tienen consecuencias en la vida real. […] Estados Unidos debe dejar de ser obstructivo para empezar a ser constructivo”. Un nuevo informe respaldado por la ONU dice que los países del Sur Global necesitan al menos dos billones de dólares al año para combatir la crisis del cambio climático y que la mitad de ese monto debería provenir de países ricos, inversores y bancos multilaterales de desarrollo.

Mientras tanto, algunos países insulares, que se encuentran entre los más vulnerables a la crisis del cambio climático, han propuesto un impuesto sobre las ganancias extraordinarias a las compañías petroleras. La primera ministra de Barbados, Mia Mottley, pidió que se imponga un impuesto del 10% a las empresas petroleras. Mottley habló en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático COP27, el martes.

Primera Ministra Mia Mottley: “Los eventos de destrucción que son un riesgo para nuestros pequeños países se convierten en una preocupación seria. Hacemos hincapié todo el tiempo en que los países grandes pueden ser objeto de un fenómeno climático y aun así sobrevivir. Los países pequeños no tienen ese lujo. Para muchos de nosotros, el riesgo de un fenómeno climático que traiga la destrucción completa de nuestros países es simplemente demasiado alto para poder asumirlo”.