Los casos de coronavirus han comenzado a descender en todo el mundo desde los máximos históricos registrados a fines de enero. Los contagios impulsados por la variante ómicron continúan disminuyendo en Estados Unidos y gran parte de Europa. Sin embargo, todavía se registran a nivel mundial más de tres millones de contagios y más de 10.000 muertes diarias por coronavirus.
En Sudáfrica, los trabajadores de un centro de transferencia de tecnología, que cuenta con el respaldo y la colaboración de la Organización Mundial de la Salud, han producido las primeras dosis de vacunas de ARN mensajero producidas en el continente africano. La posible vacuna de la farmacéutica Afrigen Biologics se produjo utilizando una secuencia de ingeniería inversa disponible públicamente de la vacuna contra la COVID-19 de Moderna. La vacuna se fabricó sin la ayuda ni la aprobación de Moderna o Pfizer-BioNTech, ya que estas empresas farmacéuticas se han negado a compartir con los países del Sur Global la tecnología para la fabricación de estas vacunas tan necesarias para salvar vidas.