La CIA usó a un prisionero detenido en una cárcel secreta en Afganistán para entrenar a interrogadores en métodos de tortura

Documentos desclasificados recientemente revelan que la CIA usó a un prisionero detenido en una cárcel secreta en Afganistán como un recurso de entrenamiento para enseñar a interrogadores a torturar a otros prisioneros. Partes de un informe de 2008 de la Oficina del Inspector General de la CIA que se hicieron públicas como documento judicial revelan que interrogadores en periodo de formación desnudaron al prisionero, Ammar al-Baluchi, y le golpearon la cabeza contra una pared de madera contrachapada repetidas veces. Durante las sesiones, de hasta dos horas de duración cada una, los interrogadores hacían fila para practicar dicha técnica con el prisionero. El informe de la agencia reveló que Baluchi sufrió daño cerebral como resultado de las torturas y que las prácticas no sirvieron para obtener información útil. Baluchi sigue detenido en la prisión estadounidense de Guantánamo, donde su caso ha estado en la fase de audiencias previas al juicio durante diez años por cargos relacionados con la participación en los atentados del 11 de septiembre de 2001.