En Sudáfrica, el número total de muertes por las devastadoras inundaciones de la semana pasada ha aumentado a 443. Decenas de personas siguen desaparecidas en la provincia de KwaZulu-Natal, donde las fuertes lluvias provocaron grandes inundaciones y deslizamientos de tierra. Decenas de miles de personas se han quedado sin hogar. Muchos hospitales y más de 500 escuelas han sido destruidos en lo que se describe como uno de los peores desastres naturales registrados en Sudáfrica. El presidente del país, Cyril Ramaphosa, hizo una conexión directa entre las inundaciones y la emergencia climática. Entre las zonas devastadas se encuentra Umlazi, un municipio cerca de Durban.
Mlungeli Mkokelwa: “Lo que me molesta es que siempre es la misma situación. Las inundaciones siguen destruyendo nuestras posesiones, por las que tanto trabajamos todo el tiempo. Ya como está la situación no hay trabajo, pero las inundaciones continuas siguen devastando nuestras posesiones y las autoridades deben hacer algo. Te quedas sin esperanzas, porque nadie regresa con un informe sobre planes para resolver tales situaciones, y las inundaciones siguen repitiéndose y arruinándonos”.