En Brasil, cientos de líderes indígenas llegaron el lunes a la capital, Brasilia, para establecer un campamento de protesta durante diez días y exigir que los legisladores rechacen un proyecto de ley que promovería la minería y extracción de petróleo en tierras indígenas. Estas fueron las palabras expresadas por un líder indígena pataxó.
Albiranan: “Estamos aquí con otros pueblos indígenas para luchar por la defensa de nuestras comunidades y por la igualdad entre nuestras naciones, para que se entienda que nosotros, los pueblos indígenas, fuimos los primeros habitantes de Brasil. Estamos aquí para mostrarles a Brasil y al mundo que no estamos muertos y que somos historia viva. Somos un libro vivo”.
Esto se produce al tiempo que investigadores de salud brasileños afirman que los casos de paludismo entre los indígenas yanomami se han disparado en la última década debido a un aumento en la minería ilegal de oro en la Amazonia. La destructiva práctica contamina el suelo y los ríos con mercurio, destruye plantas y altera el ecosistema, lo que genera las condiciones ideales para la propagación de enfermedades transmitidas por mosquitos. A pesar de esta situación, el presidente brasileño de extrema derecha, Jair Bolsonaro, continúa alentando la minería en áreas protegidas de la selva amazónica.