El gigante energético estatal de Rusia, Gazprom, ha cortado el suministro de gas del gasoducto Nord Stream 1, lo que agrava la escasez de energía en toda Europa, que depende en gran medida del combustible fósil ruso. Un portavoz del presidente ruso, Vladimir Putin, dijo el lunes que las sanciones impuestas por Occidente habían hecho imposible para los ingenieros rusos realizar el mantenimiento de los componentes del gasoducto, incluida una turbina de importancia crítica para su funcionamiento.
Dmitry Peskov: “Los problemas de suministro [de gas] surgieron como consecuencia de las sanciones que los países occidentales, incluidos Alemania y el Reino Unido, impusieron contra nuestro país y contra varias empresas. No existen otros motivos que podrían conducir a problemas con el suministro”.
El precio del gas aumentó más del 30% en toda Europa tras la noticia de que el gasoducto Nord Stream 1 se cerraría indefinidamente, mientras que el euro se desplomó por debajo del valor del dólar por primera vez en casi dos décadas. El Gobierno de Alemania tomó medidas para retrasar el cierre planificado de dos centrales nucleares envejecidas, y justificó dichas medidas por la necesidad de preservar el suministro de energía. Mientras tanto, la primera ministra de Suecia advierte que se avecina un “invierno de guerra” debido al corte del suministro de gas ruso.