En el estado de Texas, otras siete mujeres a las que se les negó abortos necesarios por razones médicas se sumaron a una demanda que el Centro para los Derechos Reproductivos interpuso contra el estado de Texas. El caso cuenta ahora con 22 demandantes y pasará a consideración de la Corte Suprema de Texas a finales de este mes. Se busca determinar qué casos constituyen una “emergencia médica” que justifique un aborto y permita al personal médico tomar esa decisión sin temor a enfrentar procesos judiciales. Una de las nuevas demandantes es Danielle Mathisen, una obstetra y ginecóloga que se vio obligada a abandonar su estado natal para recibir servicios de aborto. La doctora Mathisen dijo: “Los legisladores de Texas no saben nada de medicina y han creado una crisis de salud pública en toda regla”.
En noticias relacionadas, una jueza federal bloqueó una ley estatal de Idaho que tipificaba como delito ayudar a una menor a viajar a otros estados para abortar sin el consentimiento de los padres. La jueza afirma que la ley, promulgada en abril por el gobernador del estado, el republicano Brad Little, violó la Primera Enmienda de la Constitución de Estados Unidos. Mientras tanto, el Departamento de Justicia de Estados Unidos respaldó dos demandas con las que se busca impugnar una ley similar en el estado de Alabama.