El lunes, el Gobierno francés sobrevivió por pocos votos a dos mociones de censura en el Parlamento. Las mociones fueron presentadas luego de que el presidente Emmanuel Macron aprobara por decreto una ley de reforma de pensiones muy impopular, mediante la cual se eleva la edad de jubilación de 62 a 64 años. El fracaso de las mociones de censura provocó nuevas protestas en toda Francia, con la policía disparando gas lacrimógeno contra los manifestantes en las ciudades de Lille y Burdeos, y los manifestantes incendiando pilas de basura no recolectada en el centro de París. Estas fueron las palabras expresadas por Mathilde Panot, una política miembro del Parlamento francés, cuando habló justo después de la votación del lunes.
Mathilde Panot: “Como habrán podido entender, los cientos de miles de personas, que se están reuniendo todos los días en diferentes lugares del país desde el jueves y desde que Macron ignoró a la asamblea, no se detendrán solo porque esta moción de censura haya fracasado por unos pocos votos, solo faltan nueve insignificantes votos. No se ha reparado nada en el país, y el país continúa dirigiéndose hacia una crisis política que inició el propio Macron”.
Los sindicatos y los partidos opositores de Francia han convocado un noveno día nacional de huelgas y manifestaciones para el jueves.
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