Durante el fin de semana, el presidente Volodymyr Zelensky participó en la cumbre del G7 que se celebró en Japón, donde dijo que las fotos de Hiroshima que se tomaron después de que Estados Unidos lanzó las bombas atómicas en 1945 le recordaban a cómo se encuentra la ciudad de Bajmut actualmente. Zelensky también se reunió el domingo con el presidente estadounidense, en Japón, donde Biden anunció que enviará otros 375 millones de dólares en ayuda militar a Ucrania. Además, en un cambio de rumbo, Biden dijo que ahora respaldará el entrenamiento de pilotos ucranianos en el uso de aviones F-16 de fabricación estadounidense. Aún no está claro quién proporcionará los aviones, pero Moscú ya advirtió que el uso de aviones de combate F-16 por parte de Ucrania conducirá a “enormes riesgos”. Biden dijo que Ucrania aseguró que no utilizaría los aviones de combate sobre territorio ruso.
En la mañana del lunes, una serie de bombardeos rusos volvieron a dejar sin energía externa a la planta nuclear de Zaporiyia, lo que obligó a que se tuviera que recurrir a generadores diésel de respaldo para evitar un desastre nuclear. La Agencia Internacional de Energía Atómica advierte que la planta sigue siendo “extremadamente vulnerable”.