La Casa Blanca afirma que está cerca de llegar a un acuerdo para evitar el impago de la deuda gubernamental de Estados Unidos, menos de una semana antes de que el Departamento del Tesoro anuncie la insuficiencia de fondos para cumplir con sus obligaciones. Como parte de un acuerdo para aumentar el límite de la deuda, los legisladores republicanos de la Cámara de Representantes han estado insistiendo en implementar recortes significativos a los programas a nivel nacional, junto con aumentos en el gasto militar y en la seguridad de la frontera sur de Estados Unidos. De acuerdo con un plan en desarrollo, los republicanos, encabezados por el presidente de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, aceptarían aumentar el límite de la deuda federal por un período de dos años, a cambio de que se establezcan límites estrictos en los gastos discrecionales no relacionados con lo militar. El presidente Biden expresó su optimismo acerca de alcanzar un acuerdo antes de la fecha límite del 1 de junio.
Presidente Joe Biden: “He reiterado una y otra vez que no considero el impago de nuestra deuda nacional como una opción. El pueblo estadounidense merece tener la certeza de que los pagos del Seguro Social serán garantizados, que los hospitales para veteranos permanecerán abiertos y que se alcanzará y mantendrá un progreso económico. El incumplimiento del pago [de la deuda] pone todo eso en riesgo”.
Biden dijo el domingo que ya ha propuesto recortes de más de un billón de dólares en los gastos discrecionales federales. Sin embargo, según la agencia de noticias Reuters, persiste una discrepancia de 70.000 millones de dólares entre la Casa Blanca y los republicanos de la Cámara de Representantes en lo que respecta al recorte de gastos. Los republicanos están impulsando una propuesta que reduciría en 10.000 millones de dólares la financiación del Servicio de Impuestos Internos destinada a la contratación de miles de nuevos agentes.
Mientras tanto, organizaciones ambientalistas advierten que el nuevo acuerdo debilitaría de forma significativa la Ley Nacional de Política Ambiental, con el objetivo de agilizar la revisión federal de permisos para nuevos proyectos de energía. La medida, que ya ha experimentado varios reveses en el Congreso, cuenta con el apoyo del senador demócrata conservador Joe Manchin. La organización Amigos de la Tierra respondió en un comunicado: “Una vez más, se espera que los legisladores tomen la decisión inadmisible de incorporar políticas impopulares y dañinas para el medioambiente a un proyecto de ley que debe aprobarse”.
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