En Sudán, una gran cantidad de personas comenzó a huir este jueves de la ciudad suroccidental de Kadugli tras la apertura de un nuevo frente entre el Ejército de Sudán y el grupo rebelde conocido como Movimiento de Liberación del Pueblo de Sudán-Norte. El Ejército de Sudán sostiene que los combatientes del grupo rompieron esta semana un acuerdo de alto el fuego vigente desde hace tiempo y atacaron unidades militares sudanesas. En la capital del país, Jartum, continúan los intensos combates entre el Ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido. Mientras tanto, activistas afirman que han identificado 500 cadáveres en la ciudad de Geneina, la capital de la región occidental sudanesa de Darfur. Testigos señalan que otros miles de cuerpos siguen sin ser recogidos en las calles de la ciudad, después de que grupos paramilitares y milicias árabes aliadas a ellos intensificaran los ataques contra los residentes no árabes de la región. Trabajadores humanitarios afirman que las decenas de miles de personas que huyen hacia el vecino Chad también han enfrentado el riesgo de sufrir actos de violencia y agresiones sexuales. Laura Lo Castro, representante de la Agencia de la ONU para los Refugiados en Chad, habló con las personas refugiadas que sobrevivieron a la travesía.
Laura Lo Castro: “[Estas personas] describieron escenas aterradoras en las que tuvieron que huir para salvar sus vidas. Hubo masacres. Durante su huida, lamentablemente, algunas de estas personas tuvieron que dejar atrás a niños y niñas pequeños que no podían correr, así como a personas heridas y de edad avanzada”.