En la ciudad alemana de Leipzig, decenas de personas fueron arrestadas o detenidas durante el fin de semana cuando la policía se enfrentó a los manifestantes y las autoridades intentaron prohibir las manifestaciones que estallaron tras la condena de una activista antifascista que tuvo lugar la semana pasada. Lina E., una mujer de veintiocho años, recibió cinco años de prisión por atacar a neonazis. Otros tres activistas fueron condenados a penas de entre dos y tres años de prisión. Los activistas denunciaron la violenta represión contra las protestas y las reuniones públicas.
Activista del movimiento Ende Gelände: “Es terrible experimentar cuán represivos son el Estado y la policía contra los manifestantes antifascistas. Lo mismo hacen con los activistas contra el cambio climático. Pero nosotros nos mantenemos firmes y unidos, nos solidarizamos unos con otros”.