En la Cisjordania ocupada por Israel, un niño palestino de dos años murió unos días después de que un grupo de soldados israelíes le dispararan en la cabeza mientras él y su padre se encontraban sentados dentro de un automóvil frente a su casa en la localidad de Nabi Salih. Las fuerzas armadas israelíes irrumpieron en el barrio residencial y comenzaron a disparar de manera indiscriminada; tanto Mohammad Tamimi como a su padre, que también resultó gravemente herido, fueron alcanzados por los disparos. Tamimi murió a causa de las heridas el lunes, cuatro días después de haber sido conectado a un respirador artificial. Los familiares del niño están exigiendo justicia por su fallecimiento. Estas fueron las palabras expresadas por el tío de Tamimi.
Hassam Tamimi: “Cuando nació, estuvo 30 días en la incubadora, pero después de que creció un poco y comenzó a caminar y comenzó a estar activo, nos robó el corazón. Mohammad era un niño sociable con una fuerte personalidad amorosa. Se acercaba a cualquier persona. Capturó nuestros corazones. Y, lamentablemente, esto [que pasó] nos rompió el corazón”.
Según la organización Defense for Children International Palestine, al menos 27 menores palestinos han muerto a manos de soldados israelíes en 2023. La organización dijo en un comunicado: “Las ejecuciones ilegales de niños y niñas palestinos se han convertido en la norma al tiempo que las fuerzas armadas israelíes están cada vez más autorizadas a usar fuerza letal intencional en situaciones que no están justificadas. Esto constituye un crimen de guerra que carece de consecuencias”.