La Organización Mundial de la Salud advierte sobre la creciente crisis sanitaria que sufren los 3,4 millones de personas que se han visto obligadas a huir de los combates en Sudán y destaca que la propagación de enfermedades infecciosas entre esta población desplazada está en aumento. Mientras tanto, continúan los intensos combates en la capital del país, Jartum, donde los ataques aéreos y el fuego de artillería han causado la muerte de al menos 16 civiles esta semana. En la región sudanesa de Darfur occidental, un líder de la comunidad Masalit afirma que más de 10.000 personas han sido asesinadas en los últimos dos meses. Más de 300.000 personas, la gran mayoría perteneciente a la comunidad Masalit, han huido a través de la frontera con el país vecino Chad. Personas refugiadas hablaron sobre la peligrosa travesía que tuvieron que realizar para escapar de los ataques perpetrados por combatientes del grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido y milicias aliadas.
Muhammad Abu Bakr: “Llevo aquí 13 días. Y la gente que dejamos atrás fue asesinada en sus casas. Hay otras personas atrapadas allí, y la carretera sigue siendo insegura. Si hay tres o cuatro personas, las matarán y se llevarán sus pertenencias”.