La ONU advierte sobre una creciente crisis de mortalidad infantil en Sudán tras cinco meses de sangrienta guerra entre el Ejército sudanés y el grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápido. Más de 1.200 niños que se encuentran en campamentos de refugiados han fallecido, presuntamente a causa de sarampión y desnutrición. Estas fueron las palabras expresadas por el portavoz de Unicef James Elder.
James Elder: “Debido a la cruel indiferencia por [las vidas de] la población civil y los incesantes ataques contra las instalaciones sanitarias, Unicef teme que miles de recién nacidos morirán de aquí a final de año. Unos 330.000 bebés nacerán en Sudán entre octubre y diciembre. Ellos y sus madres necesitan atención especializada en el parto en un país donde millones de personas están atrapadas y carecen de acceso a esos servicios básicos de atención sanitaria”.