El número de muertos por el huracán Helene ha ascendido a 213, lo que lo convierte en una de las tormentas más mortíferas que ha azotado Estados Unidos desde que se comenzó a llevar registro, solo superada por los huracanes Katrina y María. Cientos de personas siguen desaparecidas, y se teme que estén muertas. Más de la mitad de las muertes ocurrieron en el estado de Carolina del Norte, donde el jueves compañías privadas de helicópteros trabajaron en conjunto para llevar ayuda a las comunidades de las montañas que se encuentran aisladas por los daños que ocasionaron las inundaciones. Estas fueron las palabras expresadas por el piloto Brook Barzyk, quien entregó alimentos, agua y otros suministros a las comunidades gravemente afectadas del valle de Swannanoa.
Brook Barzyk: “La devastación es absoluta. Incluso el valle que atraviesa por acá está destruido. Y creo que lo que más llama la atención es que, incluso después de haber pasado varios días desde la tormenta, estas comunidades todavía no habían recibido ningún tipo de ayuda”.