En Kenia, el pueblo indígena Ogiek está luchando contra el desalojo de su ancestral bosque Mau. Activistas kenianos en defensa de los derechos humanos han emprendido acciones legales para bloquear nuevos desalojos y acusan al Gobierno de Kenia de cometer graves violaciones. Al menos en la última década, más de 100.000 personas han sido desalojadas. Muchas de ellas se han dispersado por la zona boscosa y viven en estructuras improvisadas hechas con bolsas de nailon, ya que el Gobierno se niega a proporcionarles viviendas alternativas. Los miembros de la comunidad Ogiek también han liderado recientemente una serie de protestas en la capital del país, Nairobi, para reclamar su derecho a habitar el bosque.
Fred Nasisina: “Muchos miembros de la comunidad podrían incluso morir, porque dependen de estos alimentos. No tienen ninguna alternativa. Además, son personas acostumbradas a vivir en el bosque. No saben estar en la ciudad, en los mercados. Por eso hay personas de edad avanzada que se quedan en el bosque y dicen: 'A menos que vengan y nos maten aquí dentro, no saldremos, porque esta es nuestra tierra'”.