El ataque israelí contra el campamento de desplazados de Rafah se produjo apenas dos días después de que la Corte Internacional de Justicia ordenara a Israel detener de inmediato su ofensiva militar contra esa ciudad.
Juez Nawaf Salam: “El tribunal considera que, de conformidad con las obligaciones contraídas en virtud de la Convención sobre el genocidio, Israel debe detener inmediatamente su ofensiva militar y cualquier otra acción en la gobernación de Rafah que pueda infligir al grupo palestino de Gaza condiciones de vida que podrían provocar su destrucción física total o parcial”.
La orden se produjo como parte de la demanda por genocidio que Sudáfrica presentó contra Israel ante la Corte Internacional de Justicia. Si bien la orden es de carácter jurídicamente vinculante, no existe ningún mecanismo de ejecución.
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