El Tribunal Superior de Londres dictaminó que los funcionarios de planificación del Gobierno no tuvieron en cuenta los efectos nocivos del calentamiento global cuando aprobaron la construcción de un nuevo pozo de extracción de petróleo cerca del aeropuerto de Gatwick de dicha ciudad. Esta decisión constituye una gran victoria para los ambientalistas y un revés para el primer ministro Rishi Sunak, quien se ha comprometido a “maximizar” las reservas de petróleo y gas del Reino Unido. La activista por la justicia climática Sarah Finch lideró la lucha legal contra la construcción del pozo petrolero.
Sarah Finch: “En la ciencia del clima, escuchamos hablar mucho sobre puntos de inflexión, la deforestación de la Amazonia, el derretimiento del permafrost, cosas que aceleran el aumento de la temperatura global de una manera impredecible y aterradora. Creo que hoy acabamos de ver un punto de inflexión en la otra dirección. Ya no se permitirá a ninguna autoridad de planificación aprobar la construcción de nuevas infraestructuras de combustibles fósiles sin antes considerar plenamente el impacto que dicha aprobación tendrá sobre el clima”.