En noticias de los medios, un redactor británico que había sido seleccionado para ocupar un alto cargo en The Washington Post decidió que no tomará dicho puesto, al tiempo que siguen creciendo las protestas contra un plan para reorganizar la redacción del periódico. El editor, Robert Winnett, permanecerá en cambio en el periódico The Daily Telegraph. La decisión se conoce días después de que se revelara que Winnett había utilizado en artículos periodísticos registros telefónicos y empresariales obtenidos de forma fraudulenta. El director ejecutivo del Washington Post, Will Lewis, también está siendo objeto de escrutinio por sus antecedentes. Tanto Lewis como Winnett han trabajado durante mucho tiempo en periódicos británicos propiedad de Rupert Murdoch.
La semana pasada, el periódico The Guardian reveló que Lewis aconsejó al entonces primer ministro del Reino Unido, Boris Johnson, y a altos funcionarios que “limpiaran” sus teléfonos. El hecho ocurrió en medio del revuelo público que se desató por las violaciones del Gobierno británico a las medidas de seguridad contra la COVID-19, en lo que se conoció como “Partygate”. Lewis también ha sido acusado de intentar ocultar historias sobre su conexión con el escándalo de las escuchas telefónicas en el periódico británico News of the World, de Rupert Murdoch. La semana pasada, el propietario del Washington Post, el fundador de Amazon, Jeff Bezos, expresó su apoyo a Lewis.