En el Líbano, al menos doce personas murieron y casi 3.000 resultaron heridas el martes por la tarde cuando cientos de buscapersonas electrónicos utilizados por miembros de Hizbulá explotaron prácticamente al mismo tiempo. Las explosiones simultáneas provocaron miedo y pánico en la ciudad de Beirut y a lo largo del sur del Líbano, así como el desborde de los hospitales de la zona. Hizbulá culpó a Israel por las detonaciones y prometió tomar represalias, lo que generó temores de una guerra regional más amplia en Medio Oriente. La agencia de noticias Reuters informa que el servicio de inteligencia israelí, el Mossad, logró colocar dispositivos explosivos en los buscapersonas que Hizbulá le compró en los últimos meses a una compañía de Taiwán. Entre las víctimas del ataque se encuentra una niña de diez años llamada Fatima Jaafar Abdullah, que murió cuando explotó el buscapersonas de su padre. El embajador de Irán en el Líbano, Mojtaba Amani, perdió un ojo debido a la explosión de un buscapersonas. Los miembros de Hizbulá dependían de los buscapersonas para comunicarse, medida que se había tomado en parte para evitar la vigilancia por parte de Israel de otras redes de comunicación. Los legisladores libaneses condenaron el ataque como un acto de terrorismo.
Para obtener la información más reciente sobre este tema, haga clic aquí.