Cada vez se pone más en duda la legalidad de los ataques de Estados Unidos contra embarcaciones que presuntamente transportaban drogas en el mar Caribe. “Eran barcos fáciles de atacar y, simplemente, se cometió el asesinato a sangre fría de personas que podían o no ser traficantes de drogas”, señala David Cole, profesor del Centro de Derecho de la Universidad de Georgetown. Cole plantea que el presidente Trump está “cometiendo un homicidio” al matar a personas sin un proceso judicial. “Estos individuos, que ahora han sido enviados al fondo del mar por este presidente, si hubieran sido juzgados, hubieran sido sentenciados a lo sumo a pasar cierta cantidad de años en prisión”, añade. “La Constitución no autorizaría la pena de muerte para estas personas, incluso suponiendo que fueran culpables”.
Además de ordenar los ataques a esos barcos, Trump ha autorizado a la CIA a llevar a cabo operaciones encubiertas dentro de Venezuela orientadas a provocar un cambio de régimen, lo que incrementa los temores de una confrontación militar entre ambos países.
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