
El miércoles 22 de octubre, la Corte Internacional de Justicia (CIJ) dictaminó que Israel, como potencia ocupante, debe aceptar y facilitar que la ayuda humanitaria de la ONU ingrese a Gaza y que no puede usar el hambre como método de guerra. En su opinión consultiva, la CIJ también concluye que Israel no proporcionó pruebas que respalden sus acusaciones de que la UNRWA, la agencia de Naciones Unidas para la población palestina refugiada, carece de neutralidad y que una parte significativa de su personal está afiliado a Hamás. Israel repudió el fallo y dijo que no cumpliría con las indicaciones del tribunal. El Gobierno de Trump también rechazó el dictamen.
“El dictamen es inequívoco. Se trata de la opinión de la más alta autoridad jurídica de la ONU”, señala la portavoz de la UNRWA Tamara Alrifa, quien se comunica con Democracy Now! desde Amman, Jordania. Alrifa añade que para que el alto el fuego impulsado por Trump tenga éxito, se debe garantizar a las organizaciones humanitarias un acceso sin restricciones a Gaza y permitir que puedan “inundar” el territorio con alimentos y otros suministros esenciales.
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