El gobernador de Illinois, JB Pritzker, está pidiendo que los agentes federales suspendan sus operaciones de control migratorio en el área de Chicago hasta después de Halloween, en medio de un amplio repudio a las detenciones violentas que vienen llevando a cabo así como a sus enfrentamientos con la población. Mientras tanto, el jueves 30 de octubre, el jefe de la Patrulla Fronteriza, Gregory Bovino, una figura clave en el accionar de las fuerzas de seguridad en la zona, declaró durante cinco horas en el marco de de un juicio contra agentes federales por el trato dispensado a manifestantes, periodistas, menores de edad e inmigrantes. Bovino está “a cargo de las redadas de Chicago, y su estilo agresivo y militarizado es algo que al Gobierno de Trump le encanta, porque logra mucha aceptación en su base”, señala Aaron Reichlin-Melnick, investigador principal de la organización American Immigration Council. Reichlin-Melnick también analiza cómo la detención de inmigrantes se está expandiendo rápidamente en el territorio, y cómo se ha normalizado la discriminación racial por parte de agentes federales y los arrestos efectuados a ciudadanos estadounidenses, entre otros temas.
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