La organización Human Rights Watch advierte que el Gobierno tunecino ha convertido las detenciones arbitrarias en “una piedra angular de su política represiva”, al tiempo que el presidente del país, Kais Saied, continúa tomando medidas represivas contra sus opositores y críticos. Esto se produce en medio de un juicio colectivo contra decenas de personas, entre ellas destacados políticos y figuras de los medios de comunicación, a quienes el Gobierno de Saied ha acusado de conspirar contra el Estado. La semana pasada, seis opositores detenidos iniciaron una huelga de hambre y cientos de manifestantes salieron a las calles de Túnez.
Hayat Ayari: “Es una tiranía en todos los sentidos de la palabra: no hay libertad de opinión, ni libertad de expresión, ni libertad de acción. Por la más mínima cosa, una persona puede terminar en la cárcel. Incluso lo que estoy diciendo ahora podría hacer que mañana me arresten y encarcelen. Esta es la realidad. No me la estoy inventando”.