
La Universidad de California en Berkeley ha proporcionado a funcionarios de Trump una lista con al menos 160 nombres de estudiantes, profesores y personal de la institución presuntamente responsables de actos de antisemitismo en el campus. Esta medida responde a la amplia represión contra el movimiento de solidaridad con Palestina ejercida por el Gobierno de Trump, que ya ha amenazado con cortar el financiamiento federal a instituciones académicas y ha perseguido a estudiantes internacionales vinculados al activismo a favor de Palestina.
“No hay una evidencia válida de que exista un antisemitismo desenfrenado en el campus”, plantea Judith Butler, especialista en Filosofía y docente de la Universidad de California en Berkeley cuyo nombre está en la lista entregada al Gobierno de Trump. “Posicionarse en contra del genocidio ciertamente no es algo antisemita. La mayoría de las personas judías estamos en contra del genocidio, nos enseñaron a estar en contra del genocidio y también nos enseñaron que 'nunca más' es un consigna que debe aplicarse a todos los pueblos”.
Para ver la entrevista completa en inglés, haga clic aquí.
Transcripción
AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now!, democracynow.org. Soy Amy Goodman.
Terminamos el programa de hoy analizando cómo el Gobierno de Trump está intensificando la represión contra el mundo académico y la libertad de expresión. La Universidad de California en Berkeley (UC Berkeley) afirmó el viernes que ha proporcionado a los funcionarios de Trump los nombres de al menos 160 estudiantes, profesores y personal de la institución para colaborar con una investigación federal sobre supuestos actos de antisemitismo en los campus universitarios.
El 4 de septiembre, el principal abogado de la UC Berkeley, David Robinson, envió una carta a cada persona cuyo nombre e información habían sido entregados al Gobierno federal. La carta decía, en parte, que la Oficina de Derechos Civiles del Departamento de Educación “exigió la presentación de documentos exhaustivos, incluyendo archivos e informes relacionados con presuntos incidentes antisemitas”.
Esto se produce luego de que el rector de la UC Berkeley, Rich Lyons, fuera interrogado en julio por legisladores republicanos en el Congreso sobre las acusaciones de antisemitismo. Esta es la congresista republicana Lisa McClain, del estado de Michigan, interrogando a Lyons.
REP. LISA McCLAIN: ¿Por qué cree que los estudiantes judíos no se sienten seguros en su universidad, de la cual usted está a cargo? Solo por curiosidad.
RICH LYONS: Bueno, creo que una sensación de seguridad, para la mayoría de la gente, en algunos casos es la seguridad física, en otros casos tiene que ver más con la parte emocional y con decir: “Estoy siendo acosado, pero no estoy enfrentando necesariamente una violencia potencial”. Ya he admitido que existe antisemitismo en el campus.
AMY GOODMAN: Esa era la congresista republicana Lisa McClain, de Michigan, interrogando al rector de la UC Berkeley, Rich Lyons, en julio.
El Gobierno de Trump ha atacado a decenas de universidades en todo el país como parte de una agresiva represión contra el activismo y las protestas pacíficas a favor del pueblo palestino, que ha incluido amenazas de cortar el financiamiento federal a las instituciones académicas, y la persecución, en particular, de estudiantes extranjeros vinculados al activismo a favor de Palestina. Académicos y otros expertos han comparado estos ataques con el macartismo.
La semana pasada, una jueza federal de Boston falló a favor de la Universidad de Harvard y afirmó que la cancelación, por parte del Gobierno de Trump, de miles de millones de dólares en subvenciones federales para tareas de investigación era ilegal. En su fallo, la jueza Allison Burroughs escribió que le parecía “difícil concluir otra cosa que no sea que el Gobierno de Trump ha utilizado el antisemitismo como una cortina de humo para ejecutar un ataque selectivo e ideológicamente motivado contra las principales universidades de este país, y que lo ha hecho de una manera que viola [las leyes federales]”, escribió la jueza federal.
Para más información, nos acompaña aquí en Nueva York Judith Butler, especialista en filosofía y análisis político, y docente de estudios de género. Judith Butler hace parte del grupo de docentes de la UC Berkeley cuyos nombres fueron entregados al Gobierno de Trump. Butler se distingue por su labor académica en la Escuela de Posgrado de la Universidad de California en Berkeley y preside la cátedra Hannah Arendt en la Escuela Europea de Posgrado. También hace parte del consejo académico de la organización Voz Judía por la Paz. Judith Butler ha escrito numerosos libros, el más reciente de ellos se titula: “¿Quién teme al género?”. Su nuevo artículo en la publicación académica The Chronicle of Higher Education se titula: “Cuando las universidades se convierten en informantes: una práctica de la era del macartismo regresa de la peor manera”.
Le damos la bienvenida a Democracy Now!, es un placer tenerle con nosotros. ¿Usted está en la lista de 160 nombres que la UC Berkeley entregó al Gobierno de Trump?
JUDITH BUTLER: Sí. Es un placer estar aquí, Amy. Y muchas gracias por la cobertura sobre Gaza que han estado brindando de una forma tan constante desde el 7 de octubre [de 2023] y desde antes. Es extremadamente importante para todos nosotros que lo continúen haciendo.
De hecho, Gaza es el eje central de este asunto particular en la UC Berkeley, porque los estudiantes, el profesorado y el personal que se han opuesto al genocidio o que han apoyado los derechos y libertades del pueblo palestino han sido acusados continuamente de antisemitismo, a pesar de que no hay evidencias concretas de que existe un antisemitismo desenfrenado en el campus. Adoptar una postura en contra del genocidio ciertamente no es algo antisemita. La mayoría de los judíos rechazamos el genocidio, nos enseñaron a estar en contra del genocidio, y nos enseñaron que “nunca más” es un eslogan que debe aplicarse a todas las personas.
Pero, un genocidio no puede tener lugar sin reprimir el discurso político y sin suprimir los esfuerzos académicos que ayuden a enteder qué es genocidio y cómo se está desarrollando ahora. Entonces, parte de lo que estamos viendo es que se está usando la acusación de antisemitismo como un garrote para suprimir la libertad de expresión y amenazar a la gente. Y, por supuesto, es algo espantoso para mí, como miembro del cuerpo facultativo de Berkeley que ha estado 30 años en esa institución, o casi, ver a la dirección entregar nombres y archivos, cuando nosotros mismos, al menos muchos de nosotros, la mayoría, nunca hemos sido informados de ninguna acusación. Todavía no sabemos cuál es la acusación. No tenemos acceso a esa información. Entonces, el interno…
AMY GOODMAN: ¿Fue esa la primera vez que supo que su nombre era parte de la lista que había sido entregada, el viernes cuando recibió la carta…
JUDITH BUTLER: Sí.
AMY GOODMAN: … del abogado de la Universidad de California?
JUDITH BUTLER: Sí, esa fue la primera vez que me enteré que podría haber una acusación en mi contra. Todavía no sabemos cuál es la acusación. Algunos estudiantes han pasado por investigaciones. Saben cuáles son las acusaciones. Y sus archivos les fueron reenviados. Pero la mayoría de nosotros nos enteramos de que hay una acusación en contra nuestra, que fue reenviada, y también nos enteramos de que nunca hemos sabido cuál es la acusación. Todavía no lo sabemos. No tenemos derecho a saberlo. Y la razón de eso es que el protocolo interno de la Universidad de California, la cual tiene una Oficina para la Prevención del Acoso y la Discriminación, quedó suspendido, quedó sin efecto a la luz de esta investigación. Esta investigación del Departamento de Educación tuvo prioridad sobre los protocolos internos, así que no tenemos ningún derecho a conocer la acusación en nuestra contra.
AMY GOODMAN: ¿Y de qué forma le pone eso en riesgo?
JUDITH BUTLER: Sí, probablemente estoy en menos riesgo que la mayoría de las otras personas que son citadas, y esa es una de las razones por las que he hecho público esto. Pero hay estudiantes que son citados que son estudiantes extranjeros, que están con visas. Hay profesores citados que no tienen protecciones bajo la libertad académica, algunos de los cuales también están con visas. Pueden ser detenidos. Pueden ser llevados por la fuerza. Como ocurrió en los casos de Tufts, de Columbia, te pueden detener en la calle. Pueden ser detenidos. Pueden ser deportados. Pueden perder su trabajo. Pueden perder su lugar en la universidad, ser expulsados.
AMY GOODMAN: Quiero que veamos un video, antes de terminar la entrevista, relacionado con todo lo que sucedió la semana pasada, el asesinato de Charlie Kirk. A finales de mayo, Kirk publicó este intercambio con un estudiante en su canal oficial de YouTube.
CHARLIE KIRK: Las humanidades, tal y como están configuradas, están profundamente corrompidas con enseñanzas antioccidentales y literatura antiestadounidense.
ESTUDIANTE: ¿Qué quiere decir con “enseñanza antioccidental”?
CHARLIE KIRK: Con un énfasis en Herbert Marcuse y Angela Davis y Kimberlé Crenshaw…
ESTUDIANTE: ¿Cuál es el problema con Angela Davis?
CHARLIE KIRK: … y Judith Butler y Derrick Bell.
ESTUDIANTE: ¿Cuál es el problema con Angela Davis? Es una gran mujer.
CHARLIE KIRK: ¿Qué? ¿Angela Davis?
ESTUDIANTE: Sí.
CHARLIE KIRK: ¿La abierta y declarada comunista?
ESTUDIANTE: Sí.
CHARLIE KIRK: ¿Es una gran mujer?
ESTUDIANTE: Sí.
CHARLIE KIRK: Guau, está bien. Por esto es por lo que los jóvenes no deberían ir a la universidad, para aprender de comunistas.
AMY GOODMAN: Ese era Charlie Kirk, solo tenemos 30 segundos para su respuesta.
JUDITH BUTLER: Bueno, me enorgullece ser parte de un club en el que están Angela Davis y Kimberlé Crenshaw… Eso es simplemente hermoso. Tienen mi apoyo. Y, con suerte, todos podremos seguir educando y dando conferencias sin más represión política.
AMY GOODMAN: Quiero darle las gracias, Judith Butler, por estar con nosotros. Continuaremos la entrevista después del programa y la publicaremos en Democracy Now! Judith Butler es especialista en Filosofía y docente en la Universidad de California en Berkeley. Enlazaremos a su nuevo artículo en The Chronicle of Higher Education, titulado: “Cuando las universidades se convierten en informantes: una práctica de la era del macartismo regresa de la peor manera”.
Eso es todo por hoy. Feliz cumpleaños a Sam Alcoff. Democracy Now! es producido por Mike Burke, Renée Feltz, Deena Guzder, Messiah Rhodes, Nermeen Shaikh, María Taracena, Nicole Salazar. Soy Amy Goodman.