La ofensiva surge un día después de que Irak recibiera una visita sorpresa del Presidente Bush. El Presidente se reunió con el Primer Ministro iraquí Nouri-al Maliki para expresarle su apoyo al gobierno de Irak recientemente formado. El Presidente Bush dijo: “He venido no sólo para conocerlo en persona sino también para decirle que cuando Estados Unidos da su palabra, la cumple, que es en nuestro mejor interés que Irak tenga éxito, no es solamente en el mejor interés de los iraquíes, sino también en el mejor interés de los estadounidenses y de las personas que aman la libertad”.
Al igual que su primera visita a Irak en noviembre de 2003, el viaje del Presidente fue breve. Estuvo en Irak sólo por seis horas. La visita fue mantenida en secreto hasta tal punto que el Primer Ministro iraquí al-Maliki fue informado sobre la misma sólo minutos antes de reunirse con el Presidente en la Zona Verde. Según el New York Times, Maliki se mostró intranquilo y “principalmente sombrío” durante su aparición conjunta con Bush.